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Maratón de las Tucas


Mi maratón 42 tendrá que esperar, ya que esta vez no pudo ser.

El calor casi me hace desistir en el aparcamiento de la Espigantosa pero finalmente fue la fuerta lluvia, el viento , el granizo y los rayos y truenos, aparte de tres caídas de espalda (una de ellas me caí de culo al rio) que sino fuera por Joan que me sacó ya no me levanto.

La subida desde el refugio Angel Orús hasta el Collado de la Plana era muy técnica con muchos bloques de piedra i ríos que nos hicieron ir muy despacio y cuando llegamos al collado empezó a llover fuerte y a granizar y los del control nos dijeron que nos diésemos la vuelta hasta el refugio pues la bajada era muy peligrosa.

Otra corredora y nosotros dijimos que no nos daríamos la vuelta y seguiríamos, pero la verdad es que la bajada fue muy dura y resbaladiza, pues llovía mucho y seguía granizando, además de rayos y truenos que daban bastante miedo.

Cuando ya estábamos llegando a las Batisielles nos atraparon los escobas y seguimos camino con ellos.

Al llegar al desvío que iba al refugio de Estós yo dije que abandonaba y seguí camino hasta la pista y Joan decidió continuar hacia Estós (era el último control) y así acabar el maratón.

Yo bajé con uno de los escobas que llevaba frontal y Joan se fue con el otro.
Joan bajó de Estós hasta Benasque sin frontal y a toda pastilla, acabando el maratón a las 22.45.

Jornada atlética muy dura, pues aparte de la dureza del recorrido de las tres pruebas, hay que añadir el fuerte calor primero y después el mal tiempo. O sea que los que no “mató” el calor, lo hizo el frio y la fuerte lluvia.

En el Ultra Trail que salieron 246 corredores, solo llegaron a meta 17. Los demás colapsaron los diferentes refugios de montaña hasta que fueron evacuados.

Habrían algunas críticas que se podrían hacer a la organización, aunque reconozco que el mal tiempo los desbordó.


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